Una boda, en todo, distinta a todas. Así fue la que celebraron Carlos y Marta, una pareja diferente a todas. Decidieron darse el “Sí Quiero” el 1 de Junio de 2015, un lunes. No eligieron para ello un suntuoso edificio, sino un paraje natural de la sin igual villa de Lerma, llamado “El Redondal” junto a el albergue del Molino Solacuesta, regado por el cauce molinar y a los pies del Parador “Palacio de Lerma”. ¿Se puede encontrar un lugar más singular? Estuvimos todos. Todos los imprescindibles y solo los imprescindibles. Una boda intima en la que Carlos y Marta, quisieron que nuestras fotografías, fueran parte de esa exclusiva lista de imprescindibles.